Código
Internacional de Comercialización de los Sucedáneos de la Leche Materna.
Hacia mediados de la década del 70, ya era evidente que las técnicas de
comercialización de los sucedáneos de la leche materna, le habían ganado de
mano a la educación sanitaria.
Una campaña mundial por parte de organizaciones sanitarias y grupos de
ciudadanos, llevó a cabo la adopción de éste código, por parte de la Asamblea
Mundial de la Salud, en el año 1981.
El objetivo, “Proporcionar a los lactantes una nutrición segura y
suficiente, protegiendo y promoviendo la lactancia natural y asegurando el uso
correcto de los sucedáneos de la leche materna, cuando éstos sean necesarios,
sobre la base de una información adecuada y mediante métodos apropiados de
comercialización y distribución”.
El código reglamenta las técnicas de publicidad y promoción de los
sucedáneos, en nuestro país nos adherimos al Código, por resolución Ministerial
y la incluye en el Código Alimentario Nacional en 1997.
Sucedáneos de la leche
materna: todo alimento comercializado o de otro modo
presentado como sustituto parcial o total de la leche materna, sea o no
adecuado para ese fin.
Productos comprendidos:
·
Fórmulas Infantiles.
·
Otros productos lácteos, cereales
(en papillas), mezclas de verduras, tés, o jugos para bebés (cuando están
comercializados o cuando de otro modo se indique que pueden emplearse para
sustituir parcial o totalmente la leche materna).
·
Leches llamadas “de seguimiento”.
·
Biberones(mamaderas), tetinas y chupetes.
Violando las Reglas,
Eludiendo las Reglas 1998, es un informe de las
violaciones del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la
Leche Materna OMS/UNICEF y de las resoluciones pertinentes de la Asamblea
Mundial de la Salud, evidenciadas en una encuesta realizada en 31 países entre
enero y septiembre de 1997. (EN EL AÑO 2012...SEGUIMOS CASI CASI IGUAL!!!)
El estudio demuestra que en casi cada uno de los países investigados,
los principales fabricantes de leches de fórmula y de otros substitutos de la
leche materna no cumplen con los requisitos establecidos por la Asamblea
Mundial de la Salud. La revelación más significativa del estudio es que la
industria de alimentos infantiles continúa concentrando sus actividades en el
sistema de atención de salud.
Los resultados del estudio revelan también que la lactancia materna
exclusiva es la más amenazada por las prácticas de comercialización. En
apariencia, los fabricantes se han unido a la campaña general de fomento de la
lactancia materna, incluyendo cuidadosamente un mensaje “la leche materna es lo
mejor” en casi todos sus materiales promocionales. Pero el mensaje subyacente
que dan es que la lactancia materna debe ser complementada, es decir que,
aunque es buena para el recién nacido, no será suficiente por mucho tiempo; que
las leches de seguimiento son necesarias a partir del cuarto o seis meses,
dando la impresión de que la lactancia materna debe cesar; las mujeres que
trabajan necesitan substitutos; los padres necesitan participar en la
alimentación del bebé; y los bebés necesitan otras bebidas a base de hiervas o
tés, agua especial y alimentos complementarios precozmente. Las madres se ven
bombardeadas con este tipo de mensajes en anuncios publicitarios y en
materiales promocionales producidos por las compañias que producen y venden
leches de fórmula, leches de seguimiento, otros alimentos infantiles, biberones
y tetinas.
Los materiales informativos para las madres, producidos por los
fabricantes, como los cuadernillos, las fichas de crecimiento, los afiches y
otros materiales impresos siguen haciendo publicidad de las marcas de los
productos o no cumplen los requisitos del Artículo 4 del Código.
Muy pocas empresas hoy día se atreven a hacer publicidad directa de
leches de fórmula al público en general, las etiquetas de las leches de fórmula
han mejorado, pero ninguna es perfecta salvo aquellas que tienen que cumplir
con reglas nacionales estrictas. Aunque cumplen con el Código muchas de ellas
tienen el beneficio de asociar su nombre con la salud infantil.
Algunas de las disposiciones del Código:
·
Prohibición de muestras gratis
para las madres.
·
Prohibición de la promoción y
publicidad de estos productos, regalos o muestras al personal de salud.
·
Toda la información sobre la
alimentación artificial del lactante, también en las etiquetas, debe explicar
las ventajas del amamantamiento y los costos y peligros de la alimentación
artificial.
·
Se prohibe el uso de imágenes que idealicen la
alimentación artificial, como las imágenes de lactantes en las etiquetas de los
productos.
Declaración de la reunión sobre Alimentación del Lactante y del Niño
Pequeño organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de
las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en octubre de 1979 : “Las malas prácticas de alimentación
infantil y sus consecuencias son uno de los principales problemas mundiales y
constituyen un grave obstáculo al progreso social y económico. Siendo que
resultan de la actividad humana, debemos considerarlas como una acusación a
nuestra ciencia y tecnología y a las estructuras sociales y económicas que
hemos dejado crear. Esta situación constituye una mancha en el historial del
llamado éxito del desarrollo”.
Si cada día somos más los ciudadanos que tomamos conocimiento de éste Código,
vamos a cooperar en evitar la violación del mismo. Siempre les digo a las mamás
y abuelas que cuando concurran al supermercado, compren revistas, reciban
promociones, etc., y observen que se está violando el Código, se acerquen a un
grupo de apoyo de la lactancia materna para que juntos puedan realizar la
respectiva denuncia. En nuestro país hay proyectos de ley...que misteriosamente ni se habla de ello. Entre todos tenemos que pedir que salgan leyes que impidan que impunemente los fabricantes sigan haciendo propagandas denigrantes, que los profesionales de la salud NO tengan en los consultorios propagandas NI receten "por si acaso" en el alta de la madre y su bebé una fórmula artificial, destruyendo la confianza de la madre en el inicio de una nueva vida, es patético!!
“No basta saber, es preciso
aplicar;
No basta querer, es preciso
hacer”.
Goethe